El desafío del lenguaje jurídico
El lenguaje es la herramienta de trabajo del jurista. A través de las palabras defiende, acusa, reflexiona, construye, negocia, vincula y desvincula. Es la manera en que juristas de toda clase logran hacer funcionar la sociedad o reparar los daños que se producen en ella. El problema es que les parece tan natural esta herramienta, que muchas veces se olvidan de cuidarla. Y cuando una herramienta no se cuida, se oxida o daña, y puede producir malos resultados para quien se sirve de ella. El lenguaje jurídico se ha desarrollado por cientos, incluso miles de años. Muchos juristas lo han usado, enriquecido, pero también enredado. Y mientras algunos son capaces de llevar la justicia a todos los que claman por ella, otros confunden u oscurecen el sentido de las normas y los acuerdos. El ciudadano ha concebido, entonces, una gran desconfianza hacia el lenguaje jurídico e incluso tiembla cuando necesita acudir al bufete de un abogado o, peor aún, a una sala de audiencias. No comprende lo q